La técnica de lavado con acrílico te permitirá elaborar capas transparentes de colores similares a la acuarela. El resultado final se fijará de forma permanente y tienes que tener cuidado con la cantidad de agua que añadas—como regla general, no agregues más del 30% de agua para mantener los colores vibrantes de la pintura y sus propiedades de adhesión. El uso de un medio fluidificante te permitirá conseguir la consistencia de lavado que buscas sin comprometer el pigmento.
Cuando se habla de punteado, la mayoría de las personas piensa inmediatamente en Georges Seurat y el movimiento puntillista. Esta técnica es muy versátil y utiliza pinceles rígidos para aplicar pequeños puntos de pintura en todo el lienzo. Al superponer diferentes colores, es posible hacer sutiles mezclas de color que crean dimensión y textura en cualquier pintura.
El vertido, o pouring, es una manera divertida de crear arte abstracto. Las pinturas psicodélicas que produce el vertido de acrílico pueden mejorarse incorporando diferentes medios fluidos. Asegúrate de usar acrílicos fluidos y prepararte para una experiencia desordenada pero divertida que producirá un resultado final diferente cada vez.
Saca tu Jackson Pollock interior e prueba la técnica del salpicado para crear obras maestras abstractas. Usar acrílicos fluidos y diluirlos con agua o un medio fluido ayudará mucho en el proceso. Puedes dejar gotas caer desde arriba o darle golpecitos a tu pincel mojado para salpicar la pintura. Asegúrate de dejar que los colores se sequen entre salpicaduras para obtener tonos limpios y vivos.